
En este clima de cierta incertidumbre, de funestos golpes de una realidad que se me escapa, no puedo menos que sentirme extasiado, extasiado de cosas que se me van, que se me olvidan, sentirme lleno mucho muy lleno de palabras, de acciones, de gente... el sentimiento, la sensacion de hartazgo no me abandona, me sigue me persigue, pero aun así sigo llenandome, estoy sufriendo de una gula de aspiraciones, de sensaciones y de reacciones, la mesa esta servida y yo estoy condenado a comer de ella, platillos y mas platillos, odio en salsa de ilusiones, sopa de envidias, rollitos de felicidad, una omellette de rencores acompañada de una ensalada de hipocrecias, y para que todo sea bien digerido una botella de cariños... meseros con caras conocidas, veo a mi madre sirviendome indulgencias y a mi padre levantando el plato de lamentaciones, mis amigos no dejan espacio vacio, llenan la mesa con sus platillos, con sus hechuras, con sus infiernos...
Estas horas tranquilas, me agobian pues me obligan a pensar en mi infierno... me siento como el mosquito en la pintura de Varo, me siento atraido y afectado por otros, voy en espiral hacia algo y no se que es...
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