Qui Habet Aures Audiendi, Audiat.
Seamos padres por hoy, permitamos que esta noche, este día, seamos los padres que han quedado abandonados por sus hijos, lloremos nuestra soledad, nuestra solitud de justicia, lloremos que estamos solos ante la injusticia y nadie quiere levantar la voz indignada.
Y no hay mayor padre que el Estado y no hay mayor perversidad que el padre que mata a sus hijos. Pero ya lo sabíamos, ya esa “corte tenebrosa” había dicho no a la vida. Ya había sido permitido el homicidio. El libertinaje había sido desatado y la libertad de los hombres vergonzosa huía a los montes.
Pero los culpables fueron nombrados y fueron de todos conocidos, de todos los que quisieron escuchar, y debieron ser sancionados, con ese peso moral y político que debe tener la Suprema Corte, debieron ser nombrados y lamentados, la voz del Ministro Zaldívar debió haber sido magnificada por todos los ministros, repetidas por cada mexicano y hacerlos saber que son culpables y sobre todo, que sabemos que lo son.
Pero nadie repitió esos nombres y nadie quiso escucharlos de nuevo, y el que es responsable termino siendo “vinculado” y el Estado se tornó en una fea broma… Sus nombres, por Dios, sus nombres deben ser repetidos… pero nada paso. Responsables, culpables.
Los magistrados dieron vueltas y temieron de las palabras, temieron de su noble insignia y empequeñecidos gritaron “no nos compete”. Nunca ha competido a los hombres poderosos la justicia, acaso poder perderían.
Poco a poco la idea de justicia se perdía entre vericuetos teóricos y citas pomposas, y nadie hablo de culpa… Nadie hablo de culpa. Y los ojos de los padres suplicando justicia, pidiendo que esos “grandes” letrados supieran lo que ellos ya sabían, sintieran un poco de lo que ellos sentían.
Y Aguirre y Luna perdieron el camino y se encontraron en el desierto de la injusticia. Y Sánchez Cordero no cabía en su silla… Zaldívar se atragantaba con su propia vergüenza…Se necesitó de valentía, de coraje… De piedad. Pero nadie de ellos hiso algo.
Y ni una sola “mentada” para esos taimados. Ni una sola injuria a esos hombres.
Valientes esos padres que han perdido a sus hijos. Valientes porque no quieren olvidar que los han perdido para siempre, que no los verán, que se han ido… Valientes esos padres que tocan la llaga y se desangran ante el público para que sepan que sus hijos murieron, que hay culpables y que quieren justicia. Nadie escucha.
La justicia no se encuentra ahora por aquí. No la veo en esa Máxima Corte, ni en Los Pinos ni mucho menos en San Lázaro, se ha perdido y solo la veo en el recuerdo de esos niños, la justicia se ha quemado…
La quemaron ellos en la hoguera del Estado, y nosotros somos la leña y el fuego de tan bienaventurada escena.
Pido al hombre, ya no a Dios, que sus días sean cortos y su gracia grande…
Estos son los nombres, recordemos, señalemos.
IMSS
1.- Juan Molinar Horcasitas, ex director
2.- Daniel Karam, actual director
3.- Antonio Salazar, ex director de Prestaciones Sociales
4.- Carolina Rochín, ex coordinadora de Guarderías
5.- Arturo Leyva, ex delegado en Sonora
6.- Noemí López, ex titular delegacional de Guarderías
GOBIERNO DE SONORA
7.- Eduardo Bours, ex gobernador
8.- Wilebaldo Alatriste, ex titular de Protección Civil
9.- Ernesto Vargas, ex secretario de Hacienda
10.- Fausto Salazar, ex director de Recaudación
11.- Jorge Luis Melchor, ex subdirector de Control Vehicular
MUNICIPIO DE HERMOSILLO
12.- Ernesto Gándara, ex alcalde
13.- Jesús Osuna, ex director de Inspección y Vigilancia
14.- Roberto Copado, ex titular de Protección Civil
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